Apoyo incondicional

Comienzo por explicar que entiendo yo por apoyo incondicional: “prestar apoyo a una persona o grupo de personas al margen de lo que hagan”. Este apoyo se brinda a los que el practicante definiría como “de los míos”. Unidos con lazos como los familiares, religiosos, ideológico, raciales… incluso por un equipo de fútbol. Es el ejercicio básico para el egoísmo en grupo, la injusticia, visto desde el punto de vista humano.

Este es el origen de las disputas sin fin. A lo largo de la historia creo que se ha demostrado que es un desastre practicar esta teoría.

Una de las formas de justicia de algunas sociedades era la de castigar el delito a modo de grupo. Se castigaba al que cometió el delito a los que educaron al delincuente y a los educados por el mismo, en el caso de una familia supondría la condena del culpable, padres e hijos. La biblia nos pone el caso mas famoso, cuando Adan y Eva comen la fruta del árbol prohibido son condenados junto con sus descendientes, es decir, toda la humanidad (debemos que buscar la salvación eternamente).

Las personas que realizan esta practica son fanáticos o simplemente cobardes. Buscan el apoyo del grupo al que pertenecen, es la norma, pase lo que pase. Cuando alguien comete un error o acierto cada miembro lo festeja o padece como propio. Los llamo cobardes porque no quieren ser responsables de sus errores y sobre todo porque no se quieren hacerse cargo de su vida. ¿Para que preocuparse de las acciones propias si tu vida se regirá por las acciones de tus compañeros de grupo?. Nunca estas solo, nunca eres único responsable de nada, lo que pase con tu vida no es culpa tuya, es de los demás.

En el peor de los casos se lleva al fanatismo, no solo pretendes librarte de responsabilidades, das tu vida para el grupo, quizá luchando contra otro grupo. Si tu grupo es el único, todos estaremos seguros, viviremos en el paraíso, donde todos viven para todos y nadie es responsable de nada. Las religiones con casos como las cruzadas o Yihad. Otros casos como los conflictos entre países, ideologías, equipos deportivos, machismo, feminismo….

Es de todos bien conocido que las técnicas para introducirte al grupo no siempre es la batalla, muchas veces es el engaño, hacerte sentir culpable, convencerte. Si no estas con el grupo estas contra el. En el campo religioso, todos seguimos siendo culpables por el hecho de ser humanos. En el campo familiar esta el pariente alcohólico que responsabiliza a su familia de sus males, por conducirlo a su alcoholismo o por no sacarlo de el.

Que cada uno cargue su vela. Cooperar unos con otros prestándonos apoyo nunca ha de ser incondicional. Seamos responsables de lo que hacemos. Los sistemas judiciales evolucionaron hasta responsabilizar únicamente al criminal, considerando criminales a los que le prestaron ayuda para comer los delitos pero nunca a un miembro de su grupo por el simple hecho de pertenecer a el; por ser negro o mujer, por ejemplo.

¿Si el apoyo incondicional es tan destructivo que decir del sabotaje incondicional? El colmo.
PD: Hay un libro que toca este tema de forma muy interesante, se llama “La lucha por la dignidad”. Lo recomiendo.